Después de cumplir una importante función al servicio del desarrollo de la actividad turística desde la segunda mitad del siglo XX, su sólida estructura que permitía el acceso a la playa, a través de un sistema de escalonamiento, fue derribado ante la angustia de los comerciantes arrendatarios.
Otro de los recursos al servicio del turismo adelantados por la acción oficial, luego de la inauguración en Porlamar del Hotel Bella Vista, el 2 de diciembre de 1955, fue la construcción de dos importantes balnearios de playa, durante la era democrática, como son el de “Playa El Agua“y “Playa Guacuco“, que sumados a los terminales de playa y las casitas vacacionales, se convirtieron en verdaderos atractivos para el turista, pensando en su comodidad.
El nombre del Balneario de Playa El Agua, objeto de esta crónica, como su nombre lo indica, responde, en palabras escritas en el Libro “La Región de las Olas” por el cronista Francisco Lárez Granado, “(…) A la circunstancia generosa de existir, próximo al mar, un manantial de agua potable que forma una pequeña laguna y, depositada en estanques o alcantarillas, abastece en condiciones sanitarias a gentes de los alrededores… A su margen en formación casi ordenada, se empinan hileras de cocoteros, a cuya sombra bañistas heterogéneos, ya en chinchorros, mantas o sillas de extensión, se tienden a descansar saboreando la dulzura del agua de sus frutos y respirando la brisa fresca que es, puede decirse, el puro aliento del mar (…)”.
En razón a estos y otros atractivos, y tal vez, respondiendo a lo previsto por los los jerarcas y empresarios de la recién derrocada dictadura perejimenista, el Ejecutivo Regional, mediante Decreto N° 1400, de fecha 28 de noviembre de 1962, ordena, entre otros aspectos, contratar el levantamiento y los estudios topográficos necesarios para la ejecución y desarrollo de obras en “El Agua”, “Guacuco”, “El Morro”, “La Restinga”, “Juan Griego”, “El Portachuelo” y “Castillo Santa Rosa“.
Sin embargo, será en cumplimiento del Decreto N° 040 del 25 de junio de 1965, que se da inicio a la ejecución del Balneario de “Playa El Agua”, construído por la Corporación Venezolana de Fomento y el Ejecutivo Regional, e inaugurado el 31 de julio de 1966, en ocasión al 149° Aniversario de la célebre Batalla de Matasiete. Se trataba de una estructura construída en concreto armado con amplios salones y espacios techados, cuyo acceso al mar se hacia a través de un sistema de escalonamiento que brindaba seguridad y comodidad al visitante. Estuvo dotado de un amplio estacionamiento y para llegar a el, hubo que ampliar y asfaltar la carretera, que lo convirtió en una de las playas más concurridas de la isla.
Debido a la calidad de los materiales utilizados en la obra y el gusto con el que fue construído el balneario, a pesar de la inclemencia del tiempo, se mantuvo en pie hasta que una decisión del Ministerio de Turismo ordenó su demolición a partir del 3 de mayo de 2014, fecha en que los comerciantes arrendatarios del balneario debían entregar, libre de bienes y de personas, el inmueble, por decisión del Instituto Nacional de Turismo, adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Turismo. La decisión incluyó a los locales de comida que corrieron la misma suerte.
La imagen es un fragmento de la fotografía que conforma la revista Nueva Esparta, Estados de Venezuela N° 16, Año 1989, y en ella se observa parte del balneario de “Playa El Agua” y al fondo, los cocoteros, la playa y las sombrillas con los bañistas. (Alexis Marín Cheng y su Parque Museo Pueblos de Margarita- octubre 2020.